En un partido intenso, Guaraní y Cerro Porteño igualaron 1-1 en la Nueva Olla. La sensación que quedó es que el “Indio” no aprovechó su momento para tumbar a su rival, que reaccionó a tiempo para salvar un partido, que en el trámite en general, le fue desfavorable.

El Ciclón llegó a este compromiso tras una semana convulsionada por la salida del “Chiqui” Arce, el interinazgo de Diego Gavilán y la contratación de un nuevo DT. Restaba saber qué respuestas tendría el equipo y evidentemente parece haber sentido el impacto que se generó con estos hechos.

Gavilán apostó por algunos cambios que no resultaron. Dejó en el banco a  Antonio Galeano, “Pika” Lucena y Fernando Fernández, para dar ingreso a Enzo Giménez, Damián Bobadilla y “Pachi” Carrizo. Ninguno respondió, sobretodo el segundo, que se vio superado y fue cambiado antes de la conclusión del primer tiempo, en una señal clara de lo poco que ofreció.

Guaraní literalmente le mojó la oreja al Ciclón desde el primer minuto. Punzante, con jugadores determinantes en el medio, llegó hasta las narices de Jean las veces que presionó a fondo, incluyendo la jugada en la que se produjo el penal de Patiño, cobrado en primera instancia por Juan Gabriel Benítez, pero anulado por el VAR por un offiside bastante polémico.

De todas formas, Guaraní no se quedó en el intento y fue el equipo que más propuso. Con un mediocampo de mucha marca y hombres punzantes arriba le generó enormes dramas al Ciclón. Esto se traslado al segundo tiempo, donde en los primeros minutos, llegó al gol en forma merecida.

Tras un remate previo de Barceló que Jean apenas logró desviar, se produjo el córner que terminó en gol. Raúl Cáceres peinó la pelota en el primer palo y en el otro sector, Barceló le ganó la posición de la pelota a Aquino y devolvió la pelota que nuevamente encontró la cabeza de Cáceres para concretar el 1-0.

La reacción cerrista era de esperar, con los ingresos de Churín y Galeano primero, y de Moreno Martins y Díaz después, Gavilán se jugó el todo por el todo. En ese interín, Jean se hacía figura evitando el segundo.

Tras esos sofocones llegó la jugada de tiro libre en la que Aquino puso la pelota en la cabeza de Churín, quien conectó purete y empató el partido. Lo que vino después fue un partido de ida y vuelta con otras acciones interesantes, aunque ya ninguno pudo lograr la diferencia. Un buen partido, que se cerró con un empate que no no conformó a ninguno de los dos.