Liverpool venció a Leicester por 2-1 en el inicio de la fecha 18 en la Premier League en un resultado que tuvo como protagonista principal a Wout Faes. El defensor belga que milita en los Foxes fue un participe necesario crucial en el triunfo de su rival después de haber anotado los dos goles en contra que ayudaron, de gran forma, a los Reds.

El partido inició torcido para los dirigidos por Jürgen Klopp porque empezaron abajo en el marcador desde los cuatro minutos. Un saque de meta largo por parte de Danny Ward encontró a Harvey Barnes sobre el costado izquierdo. El volante inglés la bajó rápidamente y, a un toque, la cedió a Patson Daka, que pivotó y asistió a Kiernan Dewsbury-Hall. El jugador de 24 años encaró a campo traviesa hasta definir cara a cara contra Alisson en la primera emoción del duelo.

Este golpe fue un mazazo a la ilusión del Liverpool, que necesitaba los tres puntos para seguir luchando por un ingreso a las copas internacionales de la próxima temporada. Gracias al aliento provocado por la localía, el último subcampeón del certamen escaló líneas en búsqueda del empate, que llegaría de la forma más inesperada posible. A los 37 de la etapa inicial, Trent Alexander-Arnold arrancó en la banda derecha y, en lugar de profundizar con Harvey Elliott, optó por enviar un centro a media altura. Ward ya estaba preparado para embolsar sin complicaciones hasta que se metió el villano de la noche. Faes intentó rechazar al córner, pero lo único que hizo fue pifiar la ejecución con tanta mala fortuna que la pelota se metió contra su palo izquierdo.

Todavía faltaban algunos instantes más para llegar al final de los primeros 45 minutos, pero aún había tiempo para otro blooper. Sobre el cierre, el delantero del Liverpool Darwin Núñez recibió un pase al vacío y definió ante la salida del guardameta, pero su remato dio en el palo. Allí apareció nuevamente Wout Faes, que se llvó la pelota por delante de manera accidental y la metió -nuevamente- en propia puerta.

La conclusión del primer tiempo fue la cara de lamento por parte del defensor con pasado en el Reims de Francia, que debió encarar el complemento con su equipo en desventaja. El ida y vuelta que caracteriza a la Premier League en cada partido no defraudó en Anfield porque la segunda parte contó con múltiples llegadas para ambos, pero ninguno pudo aprovechar las ocasiones propias para modificar una historia que se la llevó el dueño de casa.

A más de un mes para enfrentar al Real Madrid por los octavos de final de la Liga de Campeones, el último finalista de ese certamen se centró en el plano local para remontar el mal comienzo de temporada. La vuelta del receso tras el Mundial trajo dos victorias consecutivas, que lo dejaron en la sexta colocación con 28 puntos, a 12 del líder Arsenal y en posición de clasificación a la UEFA Europa League.

En la vereda opuesta, la plantilla liderada por Brendan Rodgers siguen sin poder salir de la pelea por la baja de la categoría. Sin victorias en los últimos tres partidos del plano doméstico, el conjunto inglés se encuentra en la 13° colocación con 17 puntos, a cuatro del Wolverhampton, que ocupa la última plaza de descenso y aún debe jugar ante Manchester United como local en la continuidad de la jornada.