Hay partidos que se ganan así. Olimpia lo hizo gracias a un gol de Brian Montenegro, pero sostuvo el marcador gracias a la gran gestión de su arquero Gastón Olveira. El 1-0 fue generoso para el cuadro de Julio César Cáceres, que estuvo expuesto en casi todo el partido ante un rival que jugó mejor pero que no supo concretar.

El partido arrancó favorable para la Franja. Circuló mejor la pelota, intentó llegar con algunas pelotas verticales, pero le estaba faltando precisión en la última zona. Pero tras un centro de “Tucu” Salazar, Brian Montenegro metió un perfecto cabezazo para abrir el marcador sobre los 17′. 

El resultado reflejaba de alguna manera, lo que se estaba viendo en el trámite en ese momento. Pero luego, el partido cambió de bando. Tacuary comenzó a salir y a complicar muy seriamente a la última zona de Olimpia, que -para variar- perdió un par de pelotas que complicaron su arco.

Emmanuel Biancucchi se perdía el empate, solito, tras pifiar una pelota. Segundos después, Marcelo Fernández, que ingresó temprano, tampoco podía definir y luego Aguilar permitía el lucimiento de Olveira.

Pero en medio de eso, Olimpia tuvo un penal cometido por Bareiro sobre Tito Torres. Sin embargo, Silva y su saltito no intimidaron a Servín, que tras aguantar al charrúa, se tiró a su costado derecho para taparle el remate y evitar el segundo gol de la Franja.

Lo que siguió después, fue el gatilleo constante de Tacuary, que obligó al franjeado a resguardarse más cerca de su arco. Tanto sobre el final del primer como en el arranque del segundo. Además, las imprecisiones del equipo de Julio Cáceres seguían siendo la constante. Hasta Derlis González, se subió a ese tren, desperdiciando algunas acciones de contraataque.

Ya en los minutos finales, el asedio de Tacuary fue más directo, con algunos cambios ofensivos, que tampoco le dieron solución a su falta de definición. Olveira seguía dando respuestas efectivas y sostuvo a su equipo, que terminó pidiendo la hora, pero que logró un triunfo más que sacrificado, para seguir peleando arriba.

Fuente: www.cronica.com.py