Cerro Porteño conquistó su 35ª estrella liguera con una contundente victoria por 0-2 sobre el descendido Atlético Tembetary, en un estadio completamente teñido de azul y rojo. La multitud cerrista, presente en el ueno Defensores del Chaco y en todo el país, impulsó al equipo desde el inicio. El conjunto azulgrana salió decidido a asegurar el título, explotando especialmente la banda izquierda con las constantes proyecciones de Blas Riveros. La primera gran ocasión llegó temprano, cuando Sergio Araujo exigió al portero Canteros, pero la apertura llegó a los 17 minutos: Luis Amarilla asistió a Juan Manuel Iturbe, quien definió con oportunismo y desató el primer estallido de júbilo.

Aunque Tembetary intentó reaccionar con balones largos y jugadas de pelota parada, nunca logró comprometer seriamente al Ciclón. Cerro mantuvo el dominio, pero la falta de precisión evitó ampliar el marcador antes del descanso. En la segunda parte, el equipo respondió de inmediato: una brillante diagonal de Cecilio Domínguez terminó en asistencia para Jorge Morel, que marcó el 0-2 a los 48’. Ese gol terminó de encaminar el título. Cecilio tuvo el tercero, pero no pudo concretar. Finalmente, el pitazo final puso fin a la espera y dio inicio a la celebración: Cerro Porteño volvió a coronarse campeón del fútbol paraguayo.